Confiaba en demasiados
creyendo conocer a
totales extraños.
Compartí mis alegrías,
mis tristezas del día a día.
mis sentimientos y mis dudas,
las que perforaban,
las más profundas.
Descubrí mentiras
trampas y engaños
creadores de alta ira,
de enormes daños,
de fuerte dolor,
hijo bastardo
de la traición,
de rojo camersí
y negro carbón,
tiñiendo mi alma
envolviendo mi corazón.
Rememorando otros tiempos
de imagen lejana, viejos,
despertándome del sueño,
lo bueno nunca eterno.
De nuevo la traición
como estrimillo de canción,
que una y otra vez
en la página
vuelve a aparecer.
8 comentarios:
Mucho daño te han hecho cielo.Intenta olvidarlo y vive con alegría en el alma.
Besos
A veces confiamos demasiado y luego nos hieren, pero no por ello hay que perder la fe!
Besines
Sé que la traición duele, pero no dejes que te hagan daño!
Besiños!
Mil besos cielo.
Me alegra tu regreso.
Hay que confiar e uno mismo, esa aconfianza da seguridad y valentía ante la vida, que a veces se presenta como es y no como quisieramos que fuese. Un abrazo, poeta.
De acuerdo con "don fernando"..
Siempre he apostado por la confianza en uno mismo, pero supongo que es más fácil rendirse ante la traición de los demás.
¡A luchar! Que te quedan años de aprender los secretos de la esgrima.
¿que si duele la traición?....como si un puñal te atravezara el alma, sin embargo, todo pasa..todo...saludos
Dicen que cuando una puerta se cierra otra se abre... Debemos aprender a quedarnos con lo bueno de las cosas y abrirnos a todo lo nuevo que pueda venir. Creo que eres una persona inteligente y muy sensible, te vendrán amistades que te valorarán como te mereces.
Cuídate cielo, no dejes de sonreír.
Un beso desde mis Amanteceres.
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