domingo, 7 de septiembre de 2014


Intentemos
dejar fluir las palabras.
No marcar un rumbo,
velocidad ni paradas.

No imponer dirección,
ritmo ni destino.
No imponer límites
al flujo del caudaloso río.

Intentemos
dejar fluir la tinta.
Que se llene de toda
la fuerza, tristeza y alegría,
que refleje lo más profundo
que hoy embarga nuestra vida.

Dejemos que corra
la pluma sobre el papel,
reflejando sus quejas,
y sus ilusiones sin cuartel.

Dejémosla a ella
hoy por una vez suelta,
dibujar a su forma,
mostrar lo que ella quiera.
Con trazos o letras,
con dibujos o siluetas.
Con la belleza solo encontrada
en la vida real siempre imperfecta.

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