Fueron sus ojos
los que me
hipnotizaron;
su mirada quien
me transportó
sin una palabra él
fue quien eliminó
todo cuanto había
a mi alrededor.
Solo para decirme
que él allí estaba,
que lo demás
ya no importaba,
solo él y yo
en comunión,
solo la luna de
Júpiter
y el Sol de Orión.
2 comentarios:
No hace falta nada mas, no hace falta el universo si lo tenemos a nuestro lado, esa otra parte que conforma la propia, que la reinventa y reorganiza al compas del querer…
Una bella comunión
de dos en el amor.
Besos
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