martes, 18 de septiembre de 2012



Arena,
polvo y mineral.
Arena,
vacío y sequedad.

No hay nada
tras el cristal.
Ante las pupilas
todo un  mundo está
ante los ojos
que no alcanzan
a brillar,
ante la mirda
que perdió su luz
y no consigue
despertar.

5 comentarios:

Fabio Dacosta Gutiérrez dijo...

Muchas veces creemos tener un desierto ante nosotros, una tierra donde nada bonito puede brotar. Pero, si afinamos un poco la vista, si rebuscamos entre toda esa muerte, podemos encontrar los oasis más preciosos que hemos visto.

JOSH NOJERROT dijo...

No siempre somos capaces de mirar mas allá de nuestras narices,posiblemente por los muros que afianzamos a nuestro alrededor con el temor de que nos hagan daño o quizás el miedo a no encontrar lo que queremos ver...abrazzzusss

Marisa dijo...

Despertará
porque siempre
habra un mañana
en que reluzca el sol

Amanteceres dijo...

Incluso tras la oscuridad más negra aparecen destellos de claridad... Es cuestión de tiempo, nada más.
Un besazo desde mis Amanteceres

aapayés dijo...

Una hermosa reflexión nos brindas con tu poesía..

Cuanto lo siento por no pasar tan seguido como antes.
Espero pronto retomar el ritmo.



Un abrazo con mis
Saludos fraternos siempre..

Pd: PERDÓN POR MI AUSENCIA ESTOY MAS PERDIDO QUE EL MISMO LABERINTO..