jueves, 3 de marzo de 2011


No es enfadarse

o no hacerlo,

no trata el tema

esos versos.


No importa

si me enfado

o me molesto,

no empuja ello

a ningún infierno.


Es tu vida

lo que interesa,

es tu felicidad

la que yo quisiera.


Eres tú

quien importa,

es a mí a quien

incomoda.


Tu sonrisa

y tu mirada,

siempre iluminadas.


Tu fuerza

y esperanzas,

siempre activadas.


Verte erguido

y con ganas,

es lo que quiere

mi alma.


Ese es el motivo

que la enfada,

el que entristece

molesta y amarga.


Saber que:

haga lo que haga,

mantener tu sonrisa

no alcanza.







No estéis seguros de a quien va dirigido,

solo las personas más cercanas a mí

pueden saberlo concertesa.



8 comentarios:

aapayés dijo...

Siempre es un verdadero placer pasar por tu blog..
Por razones de tiempo en mi trabajo, estoy ausente..
Espero ponerme pronto a leer sus blog..

Un abrazo
Saludos fraternos...

Que disfruten del fin de semana..

Anónimo dijo...

poder mantener la sonrisa de otra persona es una de las cosas más maravillosas del mundo!
Besines

don fernando dijo...

Compatibilidad y respeto entre dos personas es la clave del entendimiento y felicidad. Me ha gustado un montón. Un abrazo, poeta!

Little Grasshopper dijo...

Es precioso poder hacer sonreír a la gente :D

aapayés dijo...

Paso a re-leerte amiga..

Un abrazo
Saludos fraternos..

Feliz fin de semana..

SANTIAGO LIBERAL dijo...

estimada amiga, es difícil querer que otros respondan a nuestros estimulos, sea como fuere, la sonrisa no se debe perder.
Un abrazo y un placer leerte

Jacquie. dijo...

Que bonito Isia ...

Siempre me gustó leerte
Jacquie.

Fabio Dacosta dijo...

No sé si acertaré a escribir este comentario...

En ocasiones deseamos tanto la felicidad de una persona que la seguimos queriendo incluso si su felicidad la aleja de nosotros. El querer que sea feliz, aunque para ser feliz tenga que ser sin nuestra compañia.